08 enero 2017

Poema n°5

¿Dónde encontraré otra vez mi infancia perdida, la calma anhelada?
¿Dónde crepitan las hojas?
¿Dónde refugios calmados?
¿Dónde apaciguar el alma,
envuelta en arrullos alados?

¿A dónde han ido las sombras de los árboles, donde tenía mis sueños guardados?

Sólo permanece la música,
la melodía del chello olvidada.

Sólo permanece la cuerda,
vibrante, penetrante, acompañada.

Sólo permanece el alma,
el adagio en mi piel encarnada.

¿A dónde han ido las sombras de los árboles, dónde tenía mi requiem enterrado?

¿A dónde han ido las sombras de los árboles, donde vivía mi música, mi alma, mi esperanza soñada?