07 junio 2011

Mi vía crucis.

Me han cerrado la puerta.
Estoy sola con mi silencio y mis pensamientos. Ojalá solo estuviera mi silencio.
No quiero pensar en como he llegado a este vía crucis, camino a la hoguera y la horca.
De vez en cuando lloro y es entonces cuando ni siquiera el silencio está conmigo, solo mis pensamientos...
No quiero pensar por qué me odian. Solo puedo intuir el desprecio y los insultos distorsionados por mi vista y mente borrosas.
He perdido la noción del tiempo y el espacio, solo tengo mis pensamientos...
Ya veo la soga. Me sorprende la indiferencia que me produce, solo quiero acabar con este ruido interior.
Al fin siento el frío abrazo de la cuerda alrededor de mi cuello. Se abre la trampilla y prenden la hoguera.
El crujido de mi cuello suena como un réquiem en mi cabeza. Ya no percibo ningún sonido exterior, ni tampoco ninguno interior.
Me convertí en una persona atormentada, pero libre.
Por fin he dejado de oir mis pensamientos, solo el Silencio.