Descargar pescado en el puerto. Cientos de vidas anónimas descargando parte de las mismas. Mientras les observaba, me di cuenta de que estaba pensando en la vida de otras personas y no en la mía propia. Igual, esas personas a las que vemos como simples máquinas de trabajo y a las que la costumbre hace que formen parte del puerto, como un barco o una red más, tengan pensamientos muy parecidos a los míos, a los nuestros.
Me gusta pensarlos como personas individuales y no como colectivo. ¿Qué habrá detrás de cada rostro? ¿Océanos de amor? ¿ Mares de olvido? Todos navegamos por las mismas aguas y tarde o temprano vamos a parar al mismo sitio. Por una vez, deberíamos mirar más allá de nuestra cubierta y pararnos a observar el horizonte...